Un homenaje a los «ferreiros» de Lugo, por José Manuel Salgado

A finales del año pasado tuve la suerte de recibir un encargo del Centro de Artesanía e Deseño (C.E.N.T.R.A.D.) de la Diputación de Lugo para comisariar una exposición y preparar un homenaje a los ferreiros de la provincia de Lugo. Resulta curioso que, poco tiempo antes, preparase un post sobre la utilidad del fouciño como herramienta para el fotógrafo de campo. Quién sabe, el dios Vulcano quizás esté detrás de todo esto. Al fin y al cabo, seguro que en Lugo tuvo algún altar desde antiguo.

expo ferreiros w - Un homenaje a los «ferreiros» de Lugo, por José Manuel Salgado

La propuesta del C.E.N.T.R.A.D. responde a un proyecto previo, que presentamos Teresa Tejada (co-comisaria de la exposición) y yo mismo tiempo atrás y que se centraba en la industria del hierro en la provincia lucense. Ya los útiles de hierro, como bien se comprende, aparecen en la (por algo) llamada Edad de Hierro, aunque no sepamos si se elaboraban aquí o se importaban. En el Museo del Castro de Viladonga se expone alguna fouce o coitela para la madera muy similares a las que hoy pueden elaborar los últimos ferreiros lucenses. En la Edad Media aparecen los primeros documentos y nos encontramos con minas en Lemos, O Incio, cuencas de los ríos Ladra o Parga…, que pertenecen a nobles o monasterios como Sobrado o Samos. Y el hierro es usado a veces para el pago de tributos, en forma de “rellas” de arado.

La Edad Moderna será la del esplendor de la industria de las ferrerías hidráulicas. Medio centenar llegó a haber en las tierras lucenses. De nuevo en manos de nobles o monasterios. Y, de nuevo, el de Samos destaca: llegó a tener seis de estas factorías en funcionamiento (cinco en la provincia de Lugo y la sexta, la ferrería de San Vicente de Leira, muy cerca, en Valdeorras). Se constata, además, la emigración de “ferrones” vascos a estas tierras. Aún hoy en la Mariña de Lugo encontramos apellidos Echevarría, Oroza, etc., vestigioS de aquellas emigraciones. Hacia el siglo XVIII estas industrias, solo equiparables, precisamente, a las vascas, comienzan a decaer. Aún así, proyectos industriales como los impulsados por el marqués de Sargadelos o las minas de Vilaodrid o la Silvarosa en Viveiro, dejaron su huella en la memoria industrial del país.

Y mientras, durante siglos, las forjas proporcionaron la base tecnológica a todas las demás labores y profesiones de la cultura tradicional. Por algo ferramenta es sinónimo de útil para cualquier actividad. En la provincia existen más de 50 topónimos Ferrería, Ferreira, etc., que nos hablan de estos artesanos, tan importantes antaño.

Esta exposición reúne a más de una treintena. 93 años tiene el mayor de ellos, Jesús “da Pallota”, de Momán, Xermade, por 32 de Óscar Villada, de Riotorto. Y entre medias, muchos jubilados ya y otros que tratan de mantener viva una profesión artesana, heredada de padres a hijos durante más de dos mil años. Una gente, a veces casi invisible hoy en día, que merece un rato de atención. Y esta es una ocasión perfecta.

José Manuel Salgado

Periodista

Comparte este post

Shopping Cart
Scroll to Top